By Comunicaciones SS.CC. | Published | Sin Comentarios
* Fuente fotografías: Iglesia de Concepción
La mañana del sábado 6 de julio, en una ciudad de Concepción brillante por el sol del invierno, nuestro hermano Sergio Pérez de Arce ss.cc. tomó posesión canónica de la Arquidiócesis de la Santísima Concepción. Hasta allí llegaron 5 hermanas y numerosos hermanos de la congregación para acompañar este hito tan relevante y de tanta alegría para los Sagrados Corazones. La comunidad de las hermanas de Pemuco, quienes llegaron a la diócesis de Chillán por su petición, acudieron a esta fiesta de la iglesia con especial emoción. Sergio también estuvo rodeado de las comunidades donde ha servido y por supuesto su madre y sus hermanos.
La ceremonia fue presidida por el actual administrador diocesano y Vicario General, monseñor Bernardo Álvarez. Luego de leída la Bula Papal donde se le nombra arzobispo de Concepción, Sergio recibió de manos de monseñor Chomalí el palio arzobispal, ornamento papal que se le impone a los arzobispos, que le fue entregado el sábado 29 de junio recién pasado en la ceremonia de San Pedro y San Pablo en Roma, para el nuevo arzobispo. Luego, recibió la sede y el báculo ante un largo y emocionante aplauso de los presentes.
En su homilía, el nuevo arzobispo profundizó en dos mensajes centrales: La comunión en la misión de la iglesia y la responsabilidad como pueblo de Dios en la construcción de la justicia y la paz. Sobre lo primero, recordó que debemos vivir “siempre agradecidos y admirados por el cariño que Dios nos tiene. Valorar la vida de nuestras comunidades y de toda la iglesia. Con sus luces y sus sombras, la iglesia sigue siendo una madre buena que nos ha engendrado en la fe, y nos llama a participar corresponsablemente en la misión de Cristo. El padre Esteban Gumucio, un hermano mío de la congregación muy querido, escribía: “Amo a la Iglesia de la diversidad, la difícil iglesia de la unidad, amo a la Iglesia del laico y del cura, de San Francisco y de Santo Tomás, la Iglesia de la noche oscura y la asamblea de larga paciencia. Amo a la Iglesia abierta a la ciencia, y esta Iglesia modesta con olor a tierra. Amo a la Iglesia de Jesucristo construida en firme fundamento. En ella quiero vivir hasta el último momento”. Así es que lo primero hermanos; la fe, la Iglesia en nuestra vida. Quisiera también invitarlos a caminar juntos. Tenemos que evitar todos la tentación de caminar solos. Ninguno de nosotros sin la Iglesia. Nadie alcanza la plenitud aislándose, dice el papa Francisco en Fratelli tutti respecto de la fraternidad en el mundo”.
Recordó las OO.PP. actuales de los obispos que relevan la cercanía de los ministros ordenados a los fieles y un modo de ejercer la autoridad que no origine problemas relaciones, lo que busca evitar el abuso de poder, de conciencia y sexuales. “Lo que hemos aprendido en estos años debe transformarse en una pastoral permanente que nos permita cuidarnos unos a otros y cuidar especialmente a los más pequeños y vulnerables en una iglesia donde existe una cultura del cuidado y del buen trato”.
Luego hizo un llamado a no perder la esperanza en poder se constructores de la paz y la justicia: “El desafío de la comunión también es un desafió con la sociedad y de nuestro mundo. No podemos construir nada sólido a espaldas del dolor de los demás. La voz de la iglesia es una pequeña voz en medio de tantas voces, gritos y conflictos. Debemos discernir la voz de Dios en los signos de los tiempos y debemos acoger su llamado a ser fermento en la masa”.
Nuestra hermana Carmen Gloria Mancilla ss.cc. dijo que “esta toma de posesión vivida por nuestro hermano Sergio Pérez de Arce es una experiencia de sinodalidad y de un caminar juntos en la iglesia. Fue significativa la compañía de hermanos, hermanas y también de la rama secular de los SS.CC. junto a este pueblo de Concepción que tiene mucha esperanza y gratitud por esta llegada. Fue una hermosa celebración, bien preparada con muchos signos. Nuestra delegada zonal de América Latina fue quien saludó a Sergio en representación nuestra y fue un bello momento”.
Mónica Jiménez ss.cc., Delegada Zonal de América Latina, estaba muy contenta con el cariño y acogida hacia Sergio por la comunidad presente. “Ha sido una celebración hermosa y muy sentida. Pudimos compartir con tanta gente de las obras de los hermanos y de la diócesis que él deja. Fue un día de iglesia y de Congregación. Damos gracias al Señor por nuestro hermano Sergio y lo encomendamos también para que él lo asista con su Espíritu en todo momento, porque es arduo el trabajo que tendrá en esa arquidiócesis tan grande y con muchos desafíos”.
Valentina Pérez ss.cc., en tanto, dijo que “lo primero que llamó la atención fue la cantidad de gente de todas las clases sociales y de toda las edades. Creo que eso responde en gran parte al trabajo y presencia que ha tenido Sergio en distintos lugares y servicio que ha estado. No fue extraño escuchar los comentarios positivos de su cercanía de quienes fueron parte de su equipo, o simplemente de quienes estaban bajo su responsabilidad. Es un hermano cercano, sencillo. Ojalá fuéramos muchos quienes aprendamos de ese Jesús que Sergio descubrió y decidió seguir en su vida. Doy gracia a Dios por Sergio y por todos nosotros y nosotras, no por nada somos testigos del amor que Dios nos tiene a cada una, a cada uno y a nuestra familia religiosa de los SS.CC”.