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Misiones Pemuco 2025: Jóvenes que transforman y se transforman

Misiones Pemuco 2025 Congregación de los Sagrados Corazones hermanas Provincia Chile Paraguay

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Entre el 2 y el 11 de enero, un grupo de 30 jóvenes provenientes de los cuatro colegios de las Hermanas de los Sagrados Corazones en Chile vivió una experiencia de misión en las comunidades rurales de Ateuco, Pueblo Pinto, Canelillo y Relbún, en la parroquia San José de Pemuco. Estas misiones no solo son encuentros con otras realidades, sino también oportunidades que marcan la vida de los jóvenes, ayudándoles a forjar una mirada del mundo más amplia y conectada con quienes tienen menos posibilidades, sacándolos de su cotidianidad para vivir desde la solidaridad y el servicio.

Durante estos días, los misioneros realizaron actividades propias de la misión de inserción: visitas a los hogares, oraciones en las capillas, lectio divina para adultos, juegos con los niños, encuentros con los jóvenes, e incluso recuperaron la pintura de una capilla. También colaboraron activamente en las labores del campo, ayudando a desmalezar la tierra, la cosecha de arándanos, frutillas y papas, viviendo en carne propia el esfuerzo del trabajo rural. A pesar de las limitaciones, como la falta de duchas convencionales que los llevó a bañarse en el río o con mangueras, cada joven descubrió el valor de la sencillez y la riqueza de compartir desde lo que cada uno es.

Rafaela Núñez, estudiante del Colegio SS.CC. Viña del Mar, compartió un emotivo testimonio: “Antes no había hecho ningún tipo de misión y jamás había estado tan lejos de mi casa. Fue una experiencia muy bonita en general. Fueron momentos muy divertidos; convivir con la comunidad fue muy lindo, conocer a las personas, sus vidas y formar parte de ellas aunque sea por poco tiempo. Eso te marca porque conoces totalmente otra realidad a la que estás ajena, y abrirte a esa experiencia es muy enriquecedor. Ahora me doy cuenta que nosotras volvemos a nuestras casas, a las comodidades, y ellos se quedan allá. Es algo que reflexionaré mucho… Uno llega de una manera y sale de otra completamente diferente, conociendo más, cambiando un poco y con la mente más abierta”.

Benjamín Salazar, también del Colegio SS.CC. Viña del Mar, comentó: “Al principio me quería ir, pero si me hubiera ido me habría perdido de vivir esta experiencia, que fue muy buena y que no la voy a olvidar nunca”.

En tanto, Florencia Tessini y Magdalena Moriamez del Colegio SS.CC. Providencia valoraron la experiencia y la confianza de la gente de abrir sus hogares y sus vidas para contar sus historias. Ellas, en la localidad de Pueblo Pinto vivieron también excelentes días de vida comunitaria en la que se conocieron mucho y forjaron una amistad con todas y todos. 

Esta misión fue fruto del acompañamiento constante de la Pastoral Juvenil de la provincia, que realizó un proceso de formación a lo largo del año para preparar a los jóvenes para esta tarea. La experiencia dejó huellas profundas no solo en las comunidades visitadas, sino también en el corazón de cada misionero, quienes regresaron a sus hogares con una visión renovada de la vida, de la fe y del compromiso solidario.

Gracias a todos los que hicieron posible este encuentro de fe y esperanza, en especial a las hermanas Valentina Pérez ss.cc., Susana Dumrauf ss.cc., Adriana Salinas ss.cc. y Concepción Vegazo ss.cc. que acompañan durante todo el año a las comunidades y que acogen a los misioneros.