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Celebración de los 70 años de vida religiosa de Eulalia Bordetas ss.cc.

70 años hermana Eulalia Bordetas ss.cc. Pararguay

Publicado

El 22 de febrero, coincidiendo con la fiesta de la Cátedra de San Pedro Apóstol, la comunidad de las Hermanas de los Sagrados Corazones celebró con alegría y gratitud los 70 años de vida religiosa de nuestra querida hermana Eulalia Bordetas ss.cc., en Asunción, Paraguay.

Nacida en España el 29 de agosto de 1930, Eulalia ingresó en la Congregación en 1952 en Torrelavega. Realizó su noviciado en El Escorial en 1953, donde también hizo sus votos temporales el 2 de febrero de 1955. Posteriormente, emitió sus votos perpetuos en 1958 en París. Actualmente, vive en la comunidad Buen Padre en Asunción, Paraguay, donde sigue siendo testimonio vivo del amor de Dios y de su entrega incondicional al servicio del Reino.

Durante la Eucaristía, presidida por Gustavo Van Humbeeck ss.cc., hermano de la Congregación, recordamos la promesa de Jesús a Pedro: “Yo he rogado por ti para que tu fe no desfallezca. Y tú, después de que hayas vuelto, confirma a tus hermanos” (Lc 22,32). Estas palabras han sido un reflejo de la vida de nuestra hermana Eulalia, cuya fe nunca ha desfallecido gracias a la gracia de Dios.

En la celebración, Eulalia renovó sus votos religiosos en un emotivo acto junto a Irene Arias ss.cc., superiora provincial de la Provincia Chile-Paraguay. Gustavo Van Humbeeck ss.cc. compartió unas palabras llenas de profundidad y cercanía: “Mi sí es titubeante”, le dije. Y ella me respondió: “El mío también”. Pero luego añadió: “Cada vez que te sientas con debilidad, corre ante Jesús y agárrate de sus brazos, de sus piernas; aférrate a él”. Cuántas veces, seguramente, Eulalia ha recurrido a las piernas de Jesús y ha sentido su cariñosa mano sosteniéndola en el camino de la vida.

Nuestra querida Lali estuvo acompañada de las hermanas y hermanos ss.cc, de miembros de la rama secular, algunos docentes del colegio de Asunción y amigos de la parroquia con quienes finalizada la Eucaristía compartieron un rico almuerzo como familia Sagrados Corazones.

Este aniversario de vida religiosa es una ocasión para renovar nuestra propia entrega y compromiso. Junto a Eulalia, damos gracias a Dios por su fidelidad y nos llenamos de esperanza en la certeza de que, al igual que ella, somos llamados a seguir construyendo el Reino con amor y perseverancia, siendo hijas e hijos de los Sagrados Corazones.