Generación 60: mirar en alegría y esperanza la vida religiosa
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Durante el fin de semana, en la casa de retiro de la Congregación en Viña del Mar, se reunieron las hermanas de la Generación 60 para vivir su encuentro anual, fieles al espíritu de la formación permanente que las ha acompañado a lo largo de los años.
En esta ocasión, la reflexión giró en torno al texto “La vida consagrada, signo cualificado de alegría y esperanza”, del cardenal Eduardo Pironio, sintonizando con el Jubileo de la Esperanza que la Iglesia celebra este año por invitación del papa Francisco. Este documento —considerado uno de los más luminosos del pensamiento de Pironio sobre la vida religiosa— profundiza en la dimensión profética, gozosa y esperanzadora de la consagración, como testimonio visible del amor de Dios en medio del mundo.
“Ha sido una riqueza y alegría en el compartir la reflexión y los momentos de oración que hemos vivido”, señaló la hermana Mónica Jiménez ss.cc., en nombre del grupo. “También recordamos que fuimos el grupo más numeroso de la provincia y a tantas de nuestro grupo que ya están en la Casa del Padre, especialmente a Adriana Luisa y Ana Cecilia, que el año pasado estuvieron con nosotras en esta jornada”.
El encuentro estuvo marcado por la fraternidad, la oración compartida y el agradecimiento por el camino recorrido. Las hermanas destacaron el valor de detenerse cada año para mirar juntas la propia vocación y renovar la mirada del carisma inacabable de los Sagrados Corazones.
Participaron de esta jornada: Carmen Rita Cabello ss.cc., Adriana Salinas ss.cc., Mónica Jiménez ss.cc., Nieves Silva ss.cc., Mercedes Isabel Sepúlveda ss.cc., Bernardita Cisternas ss.cc., Zunilda Olguín ss.cc., María Iris Prat ss.cc., Teresa de Jesús Stuardo ss.cc. y Rosa Mercedes Navarrete ss.cc.
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